no sé cómo vamos a
sobrevivir a tantas derrotas consecutivas
J. C. MESTRE
detrás de cada derrota hay
un farol encendido
hay una piedra una
esperanza una cierta melancolía
hay una frase que restalla
como un látigo en la oscuridad
en el silencio donde pacen
los corderos al amor de la lumbre
detrás de cada derrota el
mundo sigue girando a la deriva
y la luna sale desnuda a
recibirnos y el suelo se cubre
de la sangre de los peces y
de metales pesados
de niños enfermos y
obreros en paro
como una provocación
permanente y entonces
es necesario volver al punto de partida al instante preciso
es necesario volver al punto de partida al instante preciso
donde la fuerza del destino
y una voluntad inconmensurable
nos hicieron creer que todo
era posible
el tiempo con sus achaques
de asma
tiembla después de cada derrota
tiembla después de cada derrota
cuando duelen los puños
hundidos y los ojos humildes
y la tropa insaciable y el
vehículo apócrifo del sentimiento de culpa
diseñan un zulo de venas
azules por donde camina
a pasos cortos pero firmes
el espíritu irredento del pueblo
la irredenta sed de
justicia como un mendigo solar
entre las barras de uranio
enriquecido por la rabia secular
detrás de cada derrota hay
sobre todo un estigma
y una estrella de barro
que brilla en la frente y sostiene los sueños
que brilla en la frente y sostiene los sueños
hay una luz pequeñita al
final del camino
por donde transitan los
hombres
que conocen su destino
que conocen su destino
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