viernes, 26 de enero de 2018

Claribel Alegría (1924-2018)



Soy una chispa
en la tierra
un desahogo fugaz
del corazón que nos piensa.

Ha sido ésta una semana negra para la literatura mundial. Al fallecimiento del chileno Nicanor Parra y de la estadounidense Ursula K. Le Guin, se sumó en las últimas horas el deceso a los 93 años de la poeta, ensayista y traductora nicaragüense Claribel Alegría, a la que hace unos meses dedicábamos una entrada en este mismo blog, con un fragmento de su poema el abismo

Clara Isabel Alegría Vides nació el 12 de mayo de 1924 en la ciudad de Estelí en Nicaragua. Su padre fue Daniel Alegría, médico nicaragüense, y su madre, Ana María Vides, salvadoreña. Claribel siempre afirmó que se sentía salvadoreña porque desde muy pequeña se fue a vivir con sus padres a El Salvador. En este lugar le ocurrieron posiblemente las cosas que más la marcarían, como el haber presenciado, a los ocho años, una terrible masacre cometida contra miles de indígenas.

Vivió muchos años en Estados Unidos y contrajo matrimonio con el escritor y diplomático estadounidense Darwin J. Flakoll, con quien tendría cuatro hijos. En 1985 Claribel regresó a Nicaragua para ayudar a la Revolución Sandinista en la guerra de agresión impuesta por los Estados Unidos.

Como escritora y poeta goza de fama internacional. Su obra ha sido traducida parcialmente a 14 idiomas y ha recibido varios premios internacionales, como el Casa de las Américas de Cuba en el año 1978 y el año pasado fue galardonada con el XXVI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Quiero ser todo en el amor
el amante
la amada
el vértigo
la brisa
el agua que refleja
y esa nube blanca
vaporosa
indecisa
que nos cubre un instante.


martes, 23 de enero de 2018

Nicanor Parra (1914-2018)


Tal día como hoy, ha fallecido a los 103 años el poeta, matemático y físico chileno Nicanor Segundo Parra Sandoval. Creador de la antipoesía, es para muchos críticos y autores uno de los mejores poetas de Occidente.​ Nacido  en el seno de una modesta familia, fue el mayor de ocho hermanos  que nacieron del matrimonio conformado por Nicanor Parra, maestro y músico, y Rosa Clara Sandoval Navarrete, tejedora y modista de origen campesino, aficionada al canto de música folclórica. Ha recibido el Premio Nacional de Literatura (1969) y el Premio Miguel de Cervantes (2011), entre otras distinciones, además de haber sido candidato al Premio Nobel de Literatura en diversas ocasiones.
En 1937 se graduó como profesor de matemáticas de la Universidad de Chile, y comenzó a ejercer como docente en liceos de Santiago. En 1943 viajó a Estados Unidos para estudiar un posgrado y regresó  como físico especialista en indeterminación y relatividad,​ para incorporarse como profesor titular de Mecánica Racional en la Universidad de Chile. Poco después, en 1948, fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de dicha casa de estudios, cargo que ocuparía durante veinte años.

Su poesía es marcadamente crítica, cuestionadora, anticlerical, política y contingente, y junto a sus antipoemas posmodernos y analíticos se sitúan también poemas ecológicos y otros de tradición oral, popular y local. Utilizando recursos del absurdo, el humor, el arte callejero y la cultura popular, Parra se ha caracterizado por democratizar la poesía, acercándola a lectores de distinto nivel socio-cultural. Desde los años 1970 comenzaría a trabajar con los poemas visuales de sus conocidos «artefactos».

PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo
Lleno de toda clase de problemas
Con el ceño fruncido
Como si fueras un hombre vulgar y corriente
No pienses más en nosotros.

Comprendemos que sufres
Porque no puedes arreglar las cosas.

Sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
Desconstruyendo lo que tú construyes.

El se ríe de ti
Pero nosotros lloramos contigo:
No te preocupes de sus risas diabólicas.

Padre nuestro que estás donde estás
Rodeado de ángeles desleales
Sinceramente: no sufras más por nosotros
Tienes que darte cuenta
De que los dioses no son infalibles
Y que nosotros perdonamos todo.

domingo, 7 de enero de 2018

esencia


soy el aire
que divide las montañas
el agua silenciosa
que se oculta en los desiertos
la luna que baña
la noche de plata
y de misterio

soy el pan en el horno
y soy la llama
que arde en cada beso
soy la mano
que reposa cálida
sobre tu pecho
en esta
noche de invierno