ángeles caídos

                 “O somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos”

                                                                                 José Mújica

sucumbiremos

cuando ya

nadie recuerde

nuestro nombre

sucumbiremos

en las plazas

en los pueblos

sucumbiremos

calladamente

sin rebelarnos

una vez más

sucumbiremos

y de esta forma

aprenderemos

demasiado tarde

que el mundo

no nos pertenece

y que nunca

fue nuestro

sucumbiremos

como ángeles

caídos en

desgracia

     

invicto

He perdido todas las batallas.

He perdido todas las guerras.

Jamás una victoria.

Y sin embargo aquí permanezco.

Invicto.

Rafael Calero

caminé entre los hombres

con el paso perdido

humilde como mi sombra

con mi silencio denso

y brillante como un puñal

caminé sin descanso

sin mirar atrás

con mi locura a cuestas

y con un mañana luminoso

aún por estrenar

junté las manos y los verbos

bebí la sabia oscuridad

de la derrota y eché raíces

en la tierra de mis padres

para sentir en mis labios la ceniza

de una extinta primavera

amé los días grises

aterciopelados

y las nubes tenues

de misericordia

en el azul inmenso

sembré de espigas

la corteza tosca

y anduve descalzo

sobre la hierba desnuda

y palpitante de deseo

soñé con mares

y con playas

de dorada arena

con la poesía

y con las estrellas

soñé con la libertad

y aún la estoy

conquistando

de libros y naufragios

de todo cuanto cuento

que es más bien poco

de todo cuanto escribo

confuso y triste

rodeado de libros

incandescentes

de ruinosos proyectos

que quedaron en nada

me crezco

en la palabra escrita

en la tormenta de los días

como el náufrago que espera

salvarse del olvido

agitando su bandera