“En las almas de las
personas las uvas de la ira
se están llenando y
cogen peso, listas para la vendimia”
JOHN STEINBECK
hemos peregrinado hasta
aquí sin consultar el mapa
de sucesivos accidentes sin
estudiar un plan de ataque
que nos haga recuperar
nuestra posición en el frente de batalla
llevamos demasiado tiempo
dando palos de ciego
sin distinguir el ojo ni la
sonrisa perversa del monstruo
tendríamos que hacer algo
con los cuentos que adormecen la inquietud de las abejas
con los cuentos que adormecen la inquietud de las abejas
con la rabia de las
lágrimas prestadas a este presente ceniciento
deberíamos atrasar aún
más nuestra menopausia civil
y anunciar urbi et orbi la
llegada de los insurrectos
el increíble advenimiento
de la dignidad humana
deberíamos de prender la
pólvora de nuestros muertos
y construir cometas que
arrojen lava sobre la profunda noche
para que nos enseñen a
otear la dirección de los vientos
deberíamos de bombardear
con naranjas
los nichos polvorientos
donde madruga el hambre
hemos esperado demasiado
tiempo a que la utopía se hiciese realidad
a que la solidaridad
conquistase la conciencia de los agentes sociales
hoy compartimos la vendimia
con un sólido juramento
de lealtad a los designios
de la clase trabajadora
tendremos que aprender a
odiar lánguidamente
sobre las praderas
desiertas de la indiferencia
a quienes persiguen el
rastro de las placentas
en el sagrado vientre de
nuestras madres