la insuficiencia etílica
de la noche que ensancha los libros doctrinales
el indomable eco que se
aloja en las salas desiertas de los desórdenes morales
la placa conmemorativa que
señala los restos sagrados del gran gusano azul
todas las ansias que
conforman instintivamente los designios de la patria
los judíos errantes que
amasan su codicia en el humus de las persecuciones
los clérigos barbudos que
roban el incienso en las criptas de las catedrales
todos los culpables
confesos de este delirio milenario
obligados como estamos a
abjurar de nuestros sueños
agasajados por el ruido
inhábil de los grandes espectáculos
apenas percibimos el
parpadeo de los órganos residuales
el lacerante aleteo de las
víctimas propicias
que se deshacen
que se deshacen
en tibias bocanadas
sobre el asfalto
sobre el asfalto
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