las doncellas modelan penes
de barro
sobre la mansedumbre de las
olas y segregan
bajo el arco del ombligo
una luz asombrosa
que inunda un continente
prohibido
mirad mi mano como se
extiende sobre la hierba mojada
reposa un tiempo en la
sombra y luego crece
hacia las cúpulas doradas de
tiernas amapolas
navega en la cordillera del
ansia encendida
y naufraga locuaz en la
gruta entreabierta
mirad mi lengua sedienta
que se alimenta de moluscos
y de sal marina
mirad mi sangre reciente
como despierta
como entra y sale de la
jugosa herida
buscando el origen de las
uvas maduras
las novias elementales se
dejan acariciar
cuando el viento sopla por
debajo de su falda
o unos labios viriles besan
su nuca de caramelo
y sus pechos se erizan bajo
la blusa tensa
mientras baila en las copas
enamorado el vino
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