retraso mi llegada a los
violines y observo
que ante nuestra vista se
infectan las heridas
y se multiplican los
desahucios
se propaga el virus de la
impotencia y los albañiles
no dan abasto para detener
la hemorragia
que desangra los comedores
de las clases populares
habremos no obstante que
recurrir a los dioses
del materialismo dialéctico
para sentar las bases
y hacer que los murciélagos
precoces vuelvan a su oscuro nido
y que las alas brillantes
de los ícaros desplieguen
frente al poder financiero
toda su roja hermosura
no basta con dilatar los
argumentos hasta hacerlos insostenibles
a la espera del asalto
final es necesario
templar el acero de
nuestros puños
en el fuego irreverente de
la quimera
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