miércoles, 2 de mayo de 2012

pelayo 9




hasta aquí llegó el niño 
nace el hombre de pie 
tímidamente en este 
portal sin sombras

escondido en la raíz
de lo femenino tropiezas
con la urgencia de tu cuerpo
como una luz que te devora

el sol de la mañana fecunda
a la alcoba húmeda y fría
y funde en nuestro tálamo
todo el oro de su juventud

afuera lo absurdo erige
con su acostumbrada sordidez
un penacho de sombras
que adormece el destino

pero aquí adentro parece posible 
una felicidad mínima el dolor 
se esconde en los cajones
y en el balcón crece 
una rosa desesperada y dulce

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