he regresado de nuevo a este patio que no se extingue
a esta casa que no fue mía
a esta túrbida oscuridad del pasado
he regresado de repente a un tiempo ido
a una estampa vacía
a una escarcha en los huesos
he paseado mi sombra por los espejos rotos
he cercado de inercias
el brocal desnudo del viejo pozo
he llegado intentando superarme
y he conseguido ser así sin más despojos
el niño que huye y que aún sigue soñando
he recorrido la frontera de mis años donde un día
fui pastor de un rebaño de estrellas
y amé el mundo porque el mundo era entonces
solamente una intuición desmedida
he pisado los cantos redondos
he arañado la cal de sus muros y he llorado
en las deshabitadas estancias de mi infancia dormida
aún resuenan los llantos y las risas
las pequeñas batallas cotidianas
y el misterio que se oculta en los rincones
más tarde cuando la noche avance
y la niebla se condense como el humo de esta vieja chimenea
regresaré una vez más a contemplarte
a impostar mi voz de principiante
a demostrar mi torpe ingenio para no rendirme nunca
y volver a ser la sombra que camina
regresaré a esta casa y a esta infancia derruidas
donde el aire huele a plomo y una luz furtiva
habita en el silencio de la tierra
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