tengo
un lápiz amarillo
que
escribe del revés
y
del derecho
y
que no sabe su nombre
ni
espera
prender
con su escritura
la
ceniza de los días
tengo
un lápiz
atravesado
aquí
en
la esfera gris
de
los sentimientos
donde
anida
el
ave que sobrevuela
mi
melancolía
tengo
un lápiz
sin
teléfono y sin guía
para
navegar por la noche
cuando
el dolor aprieta
y
aún se esconde el día
en
la paz de los muertos
tengo
un lápiz
afilado
para abrir
el
pensamiento
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