he esperado tendido y sin
convencimiento
la suma imperfecta de las
cuatro verdades
el alfa y el omega de las
noches sin nombre
cuando acorde camina la
indiferencia
y de espaldas al público
actúa el destino
torcido de los hombres que
bailan desnudos
en el puente colgante e
inundado de niebla
he aprendido a esperar y a
vencer mis temores
mientras soplaba el viento
sobre el acantilado
he aprendido a esperar como
rosa de mayo
como un lobo sin dientes en la
fiesta de la carne
he aprendido a andar por
los estrechos pasillos
de la edad y por las
ilustres avenidas
de los sueños colectivos
he aprendido
a eludir los antiguos
designios y a entender
las señales que los poetas
prenden en el cielo
cuando la vida es sólo un
soplo de sabiduría
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