—¿la
vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo
somos de veras lo que somos?,
bien
mirado no somos, nunca somos
a
solas sino vértigo y vacío,
muecas
en el espejo, horror y vómito,
nunca
la vida es nuestra, es de los otros,
la
vida no es de nadie, todos somos
la
vida —pan de sol para los otros,
los
otros todos que nosotros somos—,
soy
otro cuando soy, los actos míos
son
más míos si son también de todos,
para
que pueda ser he de ser otro,
salir
de mí, buscarme entre los otros,
los
otros que no son si yo no existo,
los
otros que me dan plena existencia,
no
soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la
vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera
de ti, de mí, siempre horizonte,
vida
que nos desvive y enajena,
que
nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre
de ser, oh muerte, pan de todos
(fragmento de Piedra de sol)
Octavio
Paz Lozano fue poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y
gran impulsor de las letras mexicanas. Nació el 31 de marzo de 1914
en Mixcoac, durante la revolución mexicana. Su padre, Octavio Paz
Solórzano (1883-1936) trabajó como escribano y abogado para
Emiliano Zapata.
Junto con Pablo Neruda y César
Vallejo, conforma la tríada de grandes poetas que, tras el declive
del modernismo, lideraron la renovación de la lírica
hispanoamericana del siglo XX. El premio Nobel de Literatura de 1990,
el primero concedido a un autor mexicano, supuso asimismo el
reconocimiento de su inmensa e influyente talla intelectual, que
quedó reflejada en una brillante producción ensayística.
Nieto de escritor (Ireneo Paz), los
intereses literarios de Octavio Paz se manifestaron de manera muy
precoz, y publicó sus primeros trabajos en diversas revistas
literarias. Estudió en las facultades de Leyes y Filosofía y Letras
de la Universidad Nacional.
En 1936 Octavio Paz se trasladó a
España para combatir en el bando republicano en la guerra civil, y
participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Al regresar
a México fue uno de los fundadores de la revista literaria Taller.
Amplió sus estudios en Estados Unidos en 1944-1945, y concluida la
Segunda Guerra Mundial, recibió una beca de la fundación
Guggenheim, para, más tarde, ingresar en el Servicio Exterior
mexicano, como embajador.
Durante
la década de 1950 publica cuatro libros fundamentales: El
laberinto de la soledad (1950), retrato personal en el espejo de
la sociedad mexicana; El arco y la lira (1956), su esfuerzo
más riguroso por elaborar una poética; Aguila o sol?, libro
de prosa de influencia surrealista, y Libertad bajo palabra.
Este último incluye el primero de sus poemas largos, Piedra de
sol, una de las grandes construcciones de la modernidad
hispanoamericana.
En 1955 fundó el grupo poético
Poesía en Voz Alta, y posteriormente inició una colaboración en la
Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado. En las
publicaciones de esta época defendió las posiciones experimentales
del arte contemporáneo.
Cerró su actividad diplomática en
1968, cuando renunció como protesta contra la política del gobierno
mexicano por la matanza de Tlatelolco. Durante sus años de servicio
Octavio Paz residió en París, donde trabó amistad con André
Breton, pero también viajó por diversos países europeos y
asiáticos (en 1962 fue nombrado embajador de México en la India).
En
1971 funda en México la revista Plural. Publica El mono
gramático, poema en prosa en el que se funden reflexiones
filosóficas, poéticas y amorosas, y en 1974 Los hijos del limo,
recapitulación de la poesía moderna. En 1975 publica Pasado en
claro, otro de sus grandes poemas largos, recogido al año
siguiente en Vuelta, que obtiene el Premio de la Crítica en
España. En 1977 deja Plural e inicia la revista Vuelta. Durante la
década de los ochenta publica El ogro filantrópico, que
recoge sus reflexiones políticas; Sor Juana Inés de la Cruz o
las trampas de la fe y en 1988 Árbol adentro,
último volumen de poesía. En 1990 publica La otra voz. Poesía
de fin de siglo; en 1993, La llama doble. Amor y erotismo,
y en 1995 Vislumbres de la India. Si su obra poética viaja
del vacío del yo a la plenitud del mundo y el amor, sus ensayos son
un mosaico de reflexiones puntuales sobre los aspectos más diversos
de nuestra época.
Murió el 19 de abril de 1998 en
Ciudad de México. Octavio Paz se mantuvo siempre en el centro de la
discusión artística, política y social de México. Su poesía se
adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y
la reflexión sobre el destino del hombre.