arde
la madera
de
los sueños
y
el humo ciega
el
entendimiento
tiemblo con el aire
vencido
por
el
desconcierto
me
visto
y
reintegro
a
la vorágine de los días
mi
cuerpo reciente
de
ceniza
como
un árbol
consumido
por el fuego
anhelando
una
lluvia de besos
cruzo
las calles
y
miro al cielo
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