las
cosas sin duda
han
ido a peor la atmósfera
se
ha vuelto inhóspita
e
irrespirable el lodo
inunda
las cunetas y los nichos
donde
yacen atropellados
nuestros
maltrechos sueños
los
trenes permanecen
inmóviles
en los andenes
y
la acostumbrada sordidez
preside
los actos oficiales
donde
la gente aplaude
los
indignos gestos
de
sus gobernantes
vinimos
con
una antorcha encendida
y
hoy la oscuridad
nos
quema por dentro
y
ahora qué
ahora
que las palabras
se
atrofian en la garganta
y
los mundos posibles
se
tiñen de despropósitos
quién
nos va a devolver
la
juventud que invertimos
en
tantas noches de fuego
en
tanta vida derramada
en
tanto esperar para nada
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