los buitres reposan su
desengaño
en las enmoquetadas
oficinas de la city
mientras los vergajos
suenan en la espalda desnuda
de los inmaculados
indígenas del amazonas
aniquilados por la insidia
y el petróleo
hoy los antidisturbios han
decidido
ofrendar sus metálicos
oficios
en la catedral del dinero
para invertir su capital de
sangre
en las escleróticas
arterias de los grandes propietarios
hay quien sufre a cuenta
del destino
y hay otros muchos que
sufren a cuenta de su ignorancia
cuando se niegan a saber
cuál es la bota que les oprime
hermanos
los lobos esperan en la
noche oscura de los tiempos
agazapados entre la
avaricia y el virus del odio
afilan sus garras y sus
dientes
como en un holocausto de
títeres
de muñecos de trapo
entregados a la hoguera de las vanidades
ellos aprietan y aprietan
sin importarles los niños
de leche ni la prótesis del abuelo
mercadean con el
sufrimiento e inflan sus bolsillos
de billetes y cadáveres
cada vez más jóvenes
hermanos
verdaderamente hemos
conquistado
las más altas cimas de la
miseria
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