dónde están quienes aman lo imprevisible
quienes viven enamorados de un sueño
aunque ese sueño sea la vida
sin himnos
sin pistolas
un gesto
una mirada
una canción es suficiente
es suficiente
el leve roce del crepúsculo
reflejos de neón
ciegan mis alas
ya no me importa morir
he perdido el miedo
ahora patroncito
nada puedes contra mí
nada contra mi hermana
tengo la certeza
el desafío
del campesino
que con su arado
día a día va labrando
el perfil de su destino
negra es la noche
la luna es mía
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