miércoles, 30 de junio de 2010

Fragmentos



Dice Benedetti que escribir poesía “a veces es un desahogo; otras, un autoconsuelo, y otras veces es una alegría que uno traslada al papel”. En este caso, el poeta escribe fundamentalmente porque, cuando lo hace, se siente más vivo y mejor persona, pero, sobre todo, escribe para no “morir asfixiado por el silencio” como apuntaba Victoriano Crémer.
Este poemario no pretende aportar una visión de conjunto ni abarcar la totalidad del mundo sensible, sino que trata más bien de reflejar la (i)rrealidad de nuestro tiempo, tal como la percibimos: troceada, atomizada, sin un proyecto que de sentido a cada una de esas piezas. De aquí el título del libro.
El libro se divide en tres partes, cada una de ellas representada por un poema visual y dos palabras: patria y memoria, palabra y sentimiento, espejo y sueño. Términos en su mayoría abstractos que nos hablan de una realidad que se nos escapa de las manos y que el autor no sólo intenta comprender, sino sobre todo sentir. Cada poema es un trozo de infancia, un espejo roto y en cada uno de esos fragmentos se refleja una emoción.
El autor entiende la poesía como un viaje de ida y vuelta en el que el pensamiento va de la razón a la sin razón. Escribía Ramón J. Sénder que los esquizofrénicos hacen uso frecuente de las palabras con una intención mágica y que por eso son parientes de los poetas. A ese país de las palabras mágicas y la música del silencio es donde asciende/desciende el poeta, unas veces para hacer terapia de su propia desesperación y otras a buscar unos gramos de esa bella y necesaria locura de vivir. La poesía es la gimnasia del espíritu, el “striptease” de nuestra conciencia:
Los días y las noches
tocan
en mis nervios
de arpa
Vivo de mi alegría
enferma de universo
y sufro
por no saberla
encender
en mis
palabras.
(Giuseppe Ungaretti)
La poesía significa, en una época tan hiperexcitada y neurótica como la nuestra, el derecho a detenernos en un objeto, en una acción, en un sentimiento o en esa nada de inagotable secreto.
Este libro pretende salvar del olvido y de la indiferencia, momentos, sentimientos y razones de la vida del autor.

jueves, 3 de junio de 2010

XXX Certamen Poético "Villa de Sonseca"

Bases

1.- Podrán participar cuantas personas lo deseen, cualquiera que sea su edad, con obras poéticas de una extensión mínima de 150 versos y máxima de 250. El tema, la medida y la rima serán libres.

2.- Las obras deberán ser originales e inéditas y presentarse por triplicado en folios mecanografiados a doble espacio y por una sola cara y habŕan de ser remitidos antes del 25 de julio de 2010 al:

Centro Cultural Revuelo

Casa de la Cultura

C/ Santa Ana, 1

45100 Sonseca (Toledo)

3.- También se podrán presentar por correo electrónico, en cuyo caso se adjuntará en documento Word el trabajo y todos los datos que serán guardados según las bases, a:

concursopoesía@sonseca.es

4.- Los originales no contendrán firma ni inscripción alguna que pueda sugerir el nombre del autor. Llevarán escritos en la cubierta, además del título de la obra, un lema o seudónimo. El autor incluirá junto a los originales un sobre cerrado en cuyo interior hará constar su nombre, apellidos, domicilio y teléfono y, en el exterior, el lema.

5.- El jurado será designado por el Centro Cultural Revuelo.

6.- El fallo del jurado será hecho público el 7 de septiembre y la entrega de premios tendrá lugar el día 15 de octubre de 2010.

7.- Los premios podrán ser declarados desiertos a estimación del jurado y los originales no serán devueltos.

8.- Se fijan los siguientes premios:

Premio único: 1000 € y un taller literario en la Escuela de Escritores, en el Hotel Convento Santa Clara, en Alcázar de San Juan.

Premio especial: 300 € para un autor local. Todos aquellos que deseen optar a este premio deberán hacerlo constar en la cubierta.